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Eso que no pasa
Sergio Díez Molero
La liminalidad está vinculada a la noción de umbral, ya que este término hace referencia a esa condición en suspensión que nos obliga a estar entre dos etapas o lugares. También se refiere a la transición experimentada por una enfermedad, la adolescencia, el duermevela o la locura, todos ellos, al igual que el propio acto de viajar, son estados fronterizos. A nivel antropológico es el paso de una persona entre dos estados de identidad claros, normalmente marcados por rituales.
Por lo general, podemos encontrar personas en lugares como plazas, hospitales, tiendas, oficinas, etc. Estos lugares que son precisamente punto de encuentro entre las personas, se convierten en espacios liminales cuando cae la noche o cuando son abandonados.
Sin embargo, en el uso cotidiano del término entran es escena otras cuestiones, como son las que tienden a asociarse con sentimientos de nostalgia y extrañamiento, como por ejemplo las que podemos experimentar al ver una foto y recordar un lugar sin estar del todo seguros si lo hemos visitado, visto en una película o soñado.
Tras investigar sobre el tema, descubrí como en varios foros y subforos de Internet trataban este concepto a través de imágenes, cuya característica principal era la ausencia de los seres humanos en estos espacios. Esto me hizo pensar que la liminalidad alude a un estado cada vez más presente en la sociedad actual y del que no se habla demasiado, el cual creo que evidencia un estado de incertidumbre en el se encuentran muchas personas de mi generación, de ahí la importancia de reflexionar y adentrarse en las imágenes teniendo en cuenta sus márgenes.