Chécheres es una mirada estética a los objetos abandonados y amontonados en cajas y cajones como se acumulan habitualmente en los hogares. Presento estos objetos en bodegones con una composición no estereotipada e inspirada en el caos, el desorden y la colección desordenada, composición contraria a la naturaleza muerta clásica en la que los objetos están dispuestos en una forma armoniosa de orden.

Los objetos en su nacimiento, cuando se crean, están diseñados con una belleza y funcionalidad que atrae al comprador. Vemos objetos bellos como sillas, sofás, libros, piezas de joyería, cerraduras, tornillos, etc. Sin lugar a duda, la estética de los objetos es un factor sustancial en su diseño.

Con el tiempo, los objetos que adquirimos pierden su apariencia agradable, su utilidad o su valor de uso y se convierten en chécheres; un fenómeno común en la sociedad moderna. Cuando los objetos se convierten en chécheres, se guardan en cajas y cajones… y se olvidan.

Chécheres es una palabra de uso cotidiano en algunos países latinoamericanos; en España se le conoce como trastos. En inglés basura, pero basura es una palabra demasiado amplia para este caso.
Este apego a las posesiones crea una conexión emocional entre los individuos y sus pertenencias, transformándolas en meros objetos con recuerdos tangibles que se almacenan, imaginando un potencial futuro de uso que nunca aparece. Cuando se pierde por completo la conexión con el objeto, se reciclan o se desechan.