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POMUCH

Marta Cabane

POMUCH © Marta Cabane
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Cuando me encuentro en el camposanto con Venancio —el exhumador—, las bordadoras y los familiares de los difuntos, donde se respira respeto, calma y serena mis miedos; la muerte se convierte en algo más ligero y llevadero. Este ritual maya —limpieza de huesos—, que festeja y comparte esta comunidad, entre vivos y muertos, genera armonía y paz. Me traslada a confirmar que a la muerte habría que rendirle más afecto, teniendo en cuenta que forma parte de nuestro ahora-consciente.

“Es una celebración que de donde yo vengo no existe”. La muerte en la sociedad española es un Tabú. Se vive como si nunca nos fuera a pasar, la evitamos y la escondemos. Aunque siempre está presente. A finales del siglo XIX principios del XX en España y otros países, se fotografiaba a los difuntos para que quedara constancia de su existencia rindiéndoles homenaje y fortaleciendo el recuerdo de alguien a quien se quiso. Por medio de una serie de vehículos-vínculos, es valioso destacar la importancia de los rituales en nuestras sociedades ya que permite que un grupo de personas o comunidad reconozcan su identidad. Los rituales dan estabilidad a la vida.